viernes, 24 de junio de 2011

La Neurocardiología


La Neurocardiología, que es una ciencia médica, se refiere al corazón como un órgano inteligente:
“El corazón puede aprender, recordar y tomar decisiones funcionales que no involucren la corteza cerebral” dijo Rollin McCraty, psicofisiólogo y subdirector del instituto Heart Math de California que investiga sobre la inteligencia del corazón.
Además se sabe que el deseo de vivir o de curarse de enfermedades, surge directamente del corazón.
De la misma manera el estrés, la frustración y enojos prolongados, pueden afectar directamente la salud del corazón.
Existe el síndrome del corazón roto, que define la manera en la que, después de una gran pérdida y un gran dolor, que se instala en la vida de la persona, el corazón literalmente se parte.
De las investigaciones y experimentaciones con voluntarios de Herat Math surgen las siguientes conclusiones:
Cuando las personas sienten amor, el cerebro se tranquiliza.

Si las personas se conectan con su corazón, se envía al cerebro la indicación de bienestar y se secretan neurotransmisores que producen salud, relajación y placer.

Si una persona se vincula con sentimientos de amor incondicional, genera salud para sí misma y se irradia energía electromagnética que puede ser percibida por otros que hagan contacto con esa persona.
Que el campo electromagnético del corazón es 60 veces más más poderoso que el cerebral.
Se infiere que en estado de bienestar o “gracia”, o en experiencias espirituales, el corazón quizá pueda emitir luz.
Que la fuerza de la curación proviene de ese estado, con lo cual, algunas disciplinas como el Reiki u otro tipo de tratamientos, como imposición de manos, meditaciones, visualizaciones, musicoterapia, etc podrían ayudar a las personas a sintonizar con esa coherencia que trae salud.
Es cierto que al estar con una persona que irradia amor, sentimos que su luminosidad nos envuelve y ello trae bienestar.
HeartMath enseña a las personas a llevar la conciencia a su corazón para despertar la sintonía mente-cerebro y generar recursos interiores que le permitan mejorar las respuestas frente al stress, cuidar las arterias y preservar al corazón como fuente de vida.
Sugerencias para estar bien.
Una dieta adecuada, con alimentos saludables, verduras, cereales y frutas, disminuyendo el exceso de grasas animales, tomando agua y realizando más actividad física es un excelente propósito para empezar.
Utilizar aceites esenciales naturales para darse baños relajantes o masajes de manera frecuente, para evitar la tensión y el estrés.
Dentro de los recursos que se pueden aplicar para activar la coherencia cardíaca y la conexión mente-corazón, existen técnicas meditativas, entre ellas la “Meditación Corazón de Luz”. Cómo realizarla?
Primero es decidirse a dedicarle solo 5 minutos diarios exclusivos a la meditación diariamente.
Apagar los teléfonos.
Colocar una vela aromática o bien vaporizar los ambientes con aromas que traen serenidad: a rosas, a vainilla o a incienso.
Sentarse con la espalda recta, prestar atención a la respiración, inspirar por la nariz lentamente y exhalar por la boca. Percibir la temperatura del aire. No importa si surgen pensamientos, se dejan pasar y se continúa respirando, lentamente. Se hacen respiraciones lentas, contando hasta 4 al inspirar y hasta 4 al espirar.Imagine que sus músculos se van relajando y todo su cuerpo está relajado.
Así, varias veces hasta sentirse tranquilo.
Llevar las manos hacia el corazón, sentir los latidos del corazón. Imaginar que hay una rosa o una flor que se abre desde el corazón irradiando luz, que va por todo su cuerpo, y que lo trasciende. La luz brota de su corazón y lo envuelve, se imagina estar dentro de una gran burbuja de luz rosada. Se siente seguro y a gusto. Puede acompañar la meditación con un mantra hindú o recitarlo tres veces al ir despertando, repita en voz baja o piense:
Sat Chit Ananda, Sat Chit Ananda, Sat Chit Ananda…
(significa: ser, conciencia y bienaventuranza)

La Universidad de Oxford llevó a cabo un enorme y extenso
volumen de estudios médicos en todo el mundo sobre
neurocardiología, este incluye estudios que no han encontrado la
manera de llegar a las revistas todavía. Los descubrimientos en
el campo de la neurocardiología son, créanme, mucho
más impresionante que el descubrimiento de la
no-localización en la mecánica cuántica. 

Es el mayor asunto de todo el siglo, pero está tan lejos y tan
fuera de la común comprensión conceptual, que muchas de
las personas que realizaban la investigación no eran plenamente
conscientes de las implicaciones de esta.

Cerca de un siglo atrás, Rudolph Steiner, dijo que el mayor
descubrimiento de la ciencia del siglo 20 sería que el
corazón no es una bomba, sino mucho más, y que el gran
desafío de los siglos venideros de la humanidad sería, en
efecto, permitir al corazón enseñarnos a pensar de una
manera nueva. Ahora, eso nos suena muy ocultista, pero creemos que es
exactamente y biológicamente el caso.

Yo no puedo en un tiempo breve compartir con ustedes todas las
implicaciones de la neurocardiología, excepto decir tres cosas: 

-En primer lugar, del sesenta al sesenta y cinco por ciento de todas
las células del corazón son células nerviosas que
son precisamente las mismas que en el cerebro, que funciona exactamente
de la misma forma, supervisando y manteniendo el control de los procesos
de la totalidad de la mente-cuerpo-cerebro así como conexiones
directas sin intermediarios entre el corazón y las estructuras
cognitivo emocionales del cerebro. 

-En segundo lugar, el corazón es la principal estructura
glandular endocrina del cuerpo, Roget descubrió que produce las
hormonas que afectan profundamente las operaciones del cuerpo, del
cerebro y de la mente. 

-En tercer lugar, el corazón produce 2.5 vatios de
energía eléctrica en cada pulsación, creando
así un campo electromagnético idéntico al campo
electromagnético alrededor de la Tierra. El campo
electromagnético del corazón rodea el cuerpo hasta una
distancia de cinco metros de distancia y genera ondas de energía
como la radio y ondas de luz que constituyen la principal fuente de
información sobre la cual el cuerpo y el cerebro construyen
nuestra red neural y la percepción de el mundo.