jueves, 15 de diciembre de 2011

AMATISTA.... MÁS QUE UNA SIMPLE PIEDRA


Perteneciente a la familia de los cuarzos, la amatista es una piedra semipreciosa. Su color lo determina el hierro que contiene, pudiendo variar del púrpura intenso al azul celeste.
Los egipcios la apreciaban tanto que la consagraron al dios lunar Toth; los griegos la asociaron a Mercurio, y fue también la gema preferida de los hebreos. San Juan la consideró la piedra base de la ciudad celestial del Apocalipsis. Más tarde, en el Medioevo, fue utilizada en forma de cuentas para confeccionar rosarios, por su pureza y su poder para inducir a la meditación.
Las amatistas más bellas se encuentran en los ricos yacimientos de Brasil, Sudáfrica y México. Asimismo, las arenas de Sri Lanka contienen amatistas de procedencia aluvial. El valor de la amatista depende de la belleza y uniformidad de su color; en el pasado fue considerada una piedra de gran prestigio, y llegó a ser tan deseada como el diamante. Hoy día, se emplea en abalorios y joyas menores.

SE ASOCIA AL CHAKRA DEL TERCER OJO
Situado en el centro de la frente, su influencia se extiende a los ojos ya las glándulas pineal y pituitaria. En el orden psíquico, rige la comprensión, la percepción, el conocimiento y el orden mental. Una amatista situada a la altura de este chakra ayuda a tener una visión objetiva de las situaciones y restituye la armonía psíquica.

Poderes
El influjo benéfico de la amatista es muy amplio y comprende tanto aspectos físicos como psíquicos y esotéricos.
La tradición asegura que esta piedra atrae la suerte, convoca el amor, favorece la videncia, aleja los miedos e incrementa la actividad intelectual, por lo que se recomienda llevar siempre encima una amatista, así como colocar una de estas gemas bajo la almohada para ahuyentar pesadillas y disfrutar de sueños apacibles e incluso proféticos.
Las vibraciones de la amatista calman los estados irascibles, favorecen la paz del espíritu, aumentan el coraje y agudizan la intuición. Asimismo se la considera un amparo inmejorable para los viajeros porque los protege de posibles robos y aleja los daños o peligros de todo tipo. También se utiliza para mejorar la memoria, aliviar dolores de cabeza y, en especial, se le confiere el poder de ayudar a abandonar los malos hábitos o las adicciones.

Aplicaciones terapéuticas
A veces podemos sentir temor ante determinados problemas personales o profesionales.
Este ejercicio contribuirá a elevar la energía positiva que precisamos para poder enfrentarnos con buen ánimo a estas situaciones y nos ayudará a superarlas con éxito.
Realizaremos este ejercicio recostados sobre una superficie cómoda, situada en un ambiente tranquilo y tenuemente iluminado.
Primero, colocaremos una amatista en el centro de la frente, sobre el chakra del tercer ojo, y otra de estas gemas en el chakra del plexo solar. A continuación, realizaremos ejercicios rítmicos de respiración hasta que consigamos estar totalmente relajados. Una vez logrado dicho estado, repetiremos mentalmente, al inspirar
Y al espirar el aire, una frase previamente escogida y relacionada con el conflicto que nos está provocando temor o generando ansiedad.
Cuando nuestra mente se encuentre serena, libre de pensamientos negativos, visualizaremos una escena en la que aparezcamos actuando con firmeza y de manera positiva ante el problema en cuestión o las personas que lo provocan.
Deberemos repetir el ejercicio como mínimo dos veces a la semana hasta que logremos solucionar nuestro problema.



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